El dedicarme a la psicología me permite ver cómo las personas cambian, mejoran, evolucionan y crecen con confianza en ellos mismos y en la terapia. Esta es la parte más gratificante de mi trabajo y lo que me impulsa a seguir dedicándome a la psicología clínica.
Cada paciente es único y me preocupo por conocer cada caso en particular y ofrecer la mejor atención posible, por ello estoy en continua formación. Trabajo desde el enfoque cognitivo-conductual, aunque poseo conocimientos de otras perspectivas que a menudo ajusto e incorporo en las sesiones (terapias de tercera generación).
Mi objetivo principal en terapia es que la persona consiga alcanzar sus metas, ofreciendo técnicas y estrategias que permitan el desarrollo de su potencial y bienestar psicológico.